Han pasado muchísimas cosas desde el último día que dejé escrito. Unas cosas no me
sorprenden puedo decir que no siempre espero lo mejor de la vida, y no siempre espero lo
mejor de la gente. Pero me he llevado muchas desiluciones, que me he vuelto tan fría,
tengo un caparazón duro de roer, pero sé que no muy a la larga explotaré, ya que tengo
guardadas tantas cosas, eso no es bueno.
Bueno todos tenemos problemas, todos llevamos a cuestas nuestro costal... cargando todo
lo que queremos cargar. Pasé un momento difícil familiar, no es la primera vez, pero
éste me hizo pensar en tantas cosas, en cosas que ya no volverán, en cosas que se perdieron,
que en su momento fueron buenas y que valoré muy tarde. Sólo me quedan recuerdos...
En estos días, en estos últimos años, en estas semanas me di cuenta de eso llamdo "amistad"...
He perdido muchos amigos, o quizá nunca he tenido uno en serio... a veces me siento
culpable... pero realmente cuando he necesitado de una mano amiga nunca han estado para mí, eso es algo que me duele, pero pasará... no soy tan débil.... tengo a mi hija, tengo a mi pareja,
y ese amor que le profeso a Dios, sin eso no tengo nada.
Mi hija ya ha cumplido un año, es todo un terremoto, no se está quieta ni un sólo minuto,
sólo cuando duerme, habla más, canta más, ya gatea a mil por hora, y comienza a dar sus
primeros pasos (claro, agarrada de lo que se pueda agarrar). Me sorprende cada vez más,
y la amo con una inmensidad infinita.