La encrucijada del sistema educativo
y del cambio social
Ayer mismo, me encontraba leyendo
casi todo lo relacionado con los sucesos que se registraron el 26 y 27 de
septiembre en el estado de Guerrero, sobre los estudiantes asesinados en Ayotzinapa. A pesar
de que trabajo en un medio de comunicación y mi contacto a diario es con el
mundo periodístico, creo que se me había pasado leer esta nota, entre tantas
notas... Y me pareció aberrante. Indigno. Un sobrepasar y pisotear los derechos humanos.
Como mexicanos no hemos olvidado
algunas masacres que han marcado la historia del país. Pero ésta, no es una
nota entre notas, es una nota que pasa los límites de la crueldad, de la
corrupción, de la sensibilidad, de una falta de humanidad y creo que me faltarían tantos adjetivos y
palabras.
Cuarenta y tres alumnos de la Normal
Rural de Ayotzinapa desaparecidos por la propia policía, por el propio
gobierno.
El sistema de enseñanza de hoy en
día quiere callar la voz propia de los estudiantes, quiere seres automáticos
sin pensar. Cuando ellos piensan y se vuelven rebeldes por la lucha constante
de sus ideales. Eres un revoltoso que la autoridad tiene que desaparecer,
porque estorbas y eres una manzana que pudrirá a los demás. En resumen, tienes
que obedecer.
Si la educación fuera cualitativa,
hubiera un cambio social, cambio que algunos pedimos a gritos, los que no somos
conformistas, los que queremos un mejor futuro, un mejor país.
Esa encrucijada de ser o no ser un
individuo pensante, un estudiante que lucha por su institución, que se rebela
ante la autoridad, los llevó quizá a la muerte.
43 alumnos desaparecidos...
6 personas muertas, entre éstas, tres estudiantes, 20 heridos y 43 estudiantes desaparecidos.
Entre los estudiantes asesinados, uno fue cruelmente desollado:
Julio César Mondragón (estudiante de la Normal Rural de Ayotzinapa, encontrado desollado)
foto tomada de la red
¡26 de septiembre, no se olvida! #Ayotzinapa
Te invito a leer más encrucijadas con nuestro amigo Pepe.