Crece
cada día y se descubre, no sólo cuando se mira al espejo, sino cuando sus pasos
aún pequeños la guían hacia caminos desconocidos. -Agua, mamá, me dice con
asombro, al ver las calles empapadas de gotas de lluvia, gotas que inundan
viviendas, que causan caos, tráfico y tristeza. Pero ella, que es una pequeña,
las mira contenta, como si quisiera atraparlas una a una en sus manitas, que no
alcanzan. Y a través de la ventana se esconde su asombro, su risa y ve con
detenimiento aquellas personas que pasan corriendo, con los pies mojados. La casa se llena de un perfume embriagador,
natural, de tierra mojada, un aroma que trae el viento, y mi niña da vueltas,
como transportada a un lugar que sólo ella imagina, cree tener poder en ese
pequeño anillo que se ha encontrado, junto a una flor recién crecida,
en nuestro patio, en ese lugar donde nos gusta estar juntas y
descubrirnos.
Para leer más palabras visiten a nuestra amiga Sindel.
7 comentarios:
Las palabras de Sindel, una por semana, despiertan distintas sensaciones a quienes se adhieren a esta interesante propuesta.
En tu caso, algo tierno.
Azulia qué gusto me da leerte una vez más. Gracias por sumarte a mi propuesta cada vez que puedes. Tu texto es precioso, tierno y lleno de amor. Me emociona leerte.
Espero que te encuentres bien! Un beso enorme.
Interesante composición con tantas palabras.
Cuánta ternura me despierta tu relato, donde las palabras supieron acomodarse serenas... saben a lluvia, a flores, a infancia, a sueños, a amor! Lindo es volver a leerte! Besos!
Gaby*
Una bella manera de enlazar palabras que resulta como un broche hermoso.
Besos.
Te quedo precioso, Azulia. Una creacion muy tierna y sutil, con las cinco palabras. =)
Saludos
Magníficamente bien hilvanadas y engarzadas las palabras propuestas por Sindel, construyendo una historia íntima, tierna, emocionante. Me ha gustado mucho.
Un fuerte abrazo.
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