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lunes, 16 de diciembre de 2013

La escritura de lo que siento


Hace días ya que tenía la intención firme de escribir, pero como me ocupo con cosas de trabajo (y escribo desde mi trabajo, cuando hay una oportunidad) pues era difícil y complicado. En ocasiones sucede que quiero escribir sobre un tema en específico y pierdo la concentración y no logro escribir nada y se quedan sólo como pensamientos esperando con paciencia a ser sacados a la luz. Es diciembre ya, se ha pasado los meses volando... he pensado mucho sobre lo vivido en el año, cosas buenas y malas, pero me quedo con lo bueno, porque lo demás hace daño. He tenido que hacerme a la idea de no esperar tanto de las amistades... (que uno cree amistades) porque luego no hay amistad sincera, esta la persona que te elimina del Facebook porque quiere cerrar ciclos y avisa con estados que va a ir eliminando gente no deseada, cuando te das cuenta, perteneces a la gente no deseada, en fin, sólo espero que a ella no le hagan lo mismo... están las dizque amigas que no tienen nunca tiempo para verte, que a la mera hora salen con cualquier pretexto, en fin, estoy tan cansada de eso, tan decepcionada, sumamente decepcionada, que esta vez me despido de eso, me despido de estar esperando de más de la gente que yo consideraba amigas o amigos. Le brindaré mi amistad a quien me de lo mismo, que sea equitativo. Valoraré más a mis papás, a mis hermanos, a mi sobrinito, a mis abuelos, a mis amigos (pocos), a mi pareja, a mi hijita linda, y sobre todo a Dios. Lo demás es caso cerrado y no resuelto, pero así lo dejaré. Hay dos etapas de mi vida que he tenido que sanar, una, la etapa de mi matrimonio fallido, fue una etapa de dolor, de mucho dolor, de llorar hasta el cansancio, por esperar lo que nunca llegó, el amor cambia, y el amor se termina, no hay que confundir el amor y la costumbre, porque son dos cosas muy distintas. Recuerdo que constantemente estaba deprimida, intentaba llenar un vacío y luego esta el fingir, el fingir con tus propios padres que todo está bien, que uno vive feliz, cuando al cerrar la puerta y dar la vuelta, no puede uno contener las lágrimas. Y seguir con un matrimonio que no va a llegar a nada, que sólo tuvo el camino de la destrucción. Por fortuna me di cuenta, ya que hay personas que quizá vivan y vivirán un matrimonio fingido. Otra etapa deprimente para mí, fue mi adolescencia, entre 14 y 16 años, era una típica adolescente solitaria, a la que veían 'raro'. En aquel entonces yo no contaba con ninguna amiga, recuerdo que todo lo que tenía que contar o decir lo escribía en mis diarios. Me provocaba enfermedades, me faltaba el aire, me enfermaba por cualquier cosa, vivía en el mundo de los libros y eso al final de cuentas me provocó depresión. Hasta que uno se da cuenta y te sales del hoyo o ahí te quedas, hasta que decidí salir de eso. Todo esto viene a mi memoria porque hace días me sentí así, me sentí sola, yo trabajando casi la mayor parte del tiempo, mi hijita con su abuela y no tengo a quien contarle mis penas o mis angustias porque esas amigas, son amigas falsas, y prefiero estar sola o conocer gente nueva que me de la oportunidad y darle yo también la oportunidad, que a veces creo que soy muy selectiva. Me ha sorprendido también que por Facebook (híjole, realmente eso de las redes sociales ya no me está gustando) una compañera de la universidad está pasando por un mal momento, y la verdad, sentí horrible, porque uno sufriendo por cosas insignificantes, por las malas amigas, y ella teniendo un gran dolor. Me sensibilicé muchísimo, no soy muy buena para dar el pésame, la verdad es que siento que sólo metería la pata. Pero espero que Dios y su familia le ayude a superar esta situación tan fuerte. El mundo es tan caótico, hace falta tanta espiritualidad, hay tanto vacío que nada material puede llenarlo. Y la verdad, es que, soy tan criticona con lo que pasa en la actualidad, con la política, con las reformas, con la economía, que la mercadotecnia, la tecnología, blablabla, debo dejar de lado todas las cosas estúpidas y valorar el momento, valorar la vida, vivir (no sobrevivir) realmente vivir, brindarle tiempo de calidad a mi hija, educarla, enseñarle el camino, a que viva feliz y que sea un ser humano feliz.


Hace semanas leí en un blog unas palabras que me identificaron, decía que hay dos formas de escribir: “La escritura de lo que pienso y la escritura de lo que siento”.


Lo anterior no lo pensé, realmente lo sentí, lo que siento es lo que prevalece. Y espero que aunque sea haya alguien que me lea, decirle a través de la escritura a invitarlo hacer a un lado lo que estorba, los pensamientos también estorban, hacer a un lado todo lo negativo y sentir, sentir el amor en las diversas formas que se nos presenta, dar amor a los nuestros, y a Dios.


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