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miércoles, 6 de mayo de 2015

Este jueves, un relato: "La ciudad de mis sueños"


 
                                         Para Werther, en su Cumpleaños
 
 
Muy de madrugada Ricardo se despertó sintiendo un estirón de cabellos, era por parte de su padre, que había llegado borracho, como de costumbre, arremetiendo contra él. Ricardo era el más pequeño de cinco hermanos, pero el más desafortunado, pues para su padre había sido un 'accidente', un hijo no deseado como muchos que abundan.


Nunca tuvo amor de padre, siempre le faltó la figura paterna. Sin embargo, su madre le hizo ver que mientras ella existiera no le haría falta, pues ella tomaría ese papel.


Creció como un muchacho solitario, muy timido, caminaba encorvado, como si trajera el mundo sobre la espalda. Muchos lo llamaban nerd, o cerebrito. Desde niño su afición a la música clásica, a Mozart, lo hizo ser distinto al resto de los compañeros.


Sobresalían sus buenas calificaciones, su habilidad para la oratoria, su buena memoria y ese modo tan fácil que siempre tuvo para los idiomas. Siendo adolescente ya dominaba el idioma inglés. Y así, Ricardo fue sobresaliendo en muchos aspectos.


Se fue del pueblito que lo vio nacer, se despidió una mañana de su madre y de sus hermanos para irse a la gran Ciudad a probar suerte.

-Me prepararé, le dijo a su madre.


Y ella sabiendo que le doliera su lejanía, lo vio partir. En el fondo sabía que era para algo mejor. Que Ricardo no pertenecía a ningún lugar, que era mejor verlo volar.


Regresó muchas Navidades a lado de su madre. Viendo cada vez crecer a los sobrinos. Y fue el mejor estudiante en la Universidad. Y estaba por terminar su Doctorado en la Ciudad de sus sueños, con la que siempre soñó. Se dijo que algún día estaría en un bote en el río Sena, admirando la Torre Eiffel, y lo cumplió. Sus tardes de café y cigarrillos los pasa en París. Los recuerdos de su padre, son sólo malos recuerdos que se difuminan en sus ojos cafés, pues sabe que del otro lado del océano, su madre siempre lo espera.

 
 

 

Para abrir más regalos, los invito a pasar con Lois y Clark.
 
 

16 comentarios:

Unknown dijo...

Es triste vivir con el temor a un padre borracho, sin saber lo que va a suceder cuando entre en casa…

No es extraño que fuera tímido, también era muy sensible. Es una suerte que se preparara, que desarrollara su potencial para poder salir de esa triste vida.

Qué bonito final… yo adoro París…

Es muy humano y profundo tu relato.

Mil besos.

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Algunos talentosos nacen en un ambiente adverso, sin que esto los desaliente.
El protagonista de tu relato se preparó para desarrollar su potencial y logró llegar a la ciudad de sus sueños. Buen relato.

Lois y Clark dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
casss dijo...

Los grandes de espíritu que llegan a cumplir sus sueños, muchas veces (y ojalá fueran más...) inician su camino desde el lugar más marginal. Fuerza interior, que le dicen. Grandeza de alma.
Excelente relato para creer que los sueños, muchas veces a fuerza de voluntad, se hacen realidad.
Besos, Azulia

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Inmejorable manera de superar lo que sin dudas fue su trauma... pero logró vencerlo!... bien por su sueño y perseverancia!
=)
Un abrazo

Tracy dijo...

En esta vida quien no se conforma es porque no quiere.

Sindel Avefénix dijo...

Una buena historia, que comienza algo triste, pero luego se hace feliz al cumplir el protagonista sus sueños. El pasado pesa, pero no debemos dejar que nos opaque el futuro.
Un beso.

Sindel Avefénix dijo...

Una buena historia, que comienza algo triste, pero luego se hace feliz al cumplir el protagonista sus sueños. El pasado pesa, pero no debemos dejar que nos opaque el futuro.
Un beso.

Anónimo dijo...

Tuvo suerte de convertir su mala infancia en ganas y en pasitos hacia adelante... muchos otros quedan en el camino y se convierten en lo que han visto a lo largo de su niñez y es una pena, me gusta mucho que él pudiera hacer lo que quería, que aprovechase su talento...
Me ha gustado tu relato Azulia!!
Besines...

Charo dijo...

Una bonita historia a pesar de su mal comienzo. Un niño que tenía las ideas claras y supo conseguir sus sueños con ayuda de su madre.
Un beso

Nino dijo...

Buenas tardes, Azulia:
Enhorabuena por tu relato, tan bien escito como trsitemente real.
Por desgracia, hay personalidades que se forjan en respuesta a las agresiones: los palos que te dan no te rompen la voluntad, sino que refuerzan tu ánimo de no ser lo que te fuerzan.
Muchas veces nos define el saber lo que no queremos, una vez llegamos a la “Ciudad de los sueños” ya decidiremos rn qué vida doctorarnos.
Feliz viernes, Azulia.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

A veces las personas tienen tal talento, que de una manera u otra lo sacan; aunque vayan mal dadas, como en el caso de este personaje. Él consiguió lo que se propuso.
Muy bien llevado.
Un abrazo

Anónimo dijo...

No puedo entender el maltrato. No tiene justificación en ningún caso, pero mucho menos puedo entender aún el maltrato de un padre a un hijo. Va contra las leyes de la Naturaleza. Entiendo el alejamiento del hijo y entiendo sus esfuerzos por sobresalir como reacción a todo lo vivido.
Muy buen relato, Azulia.

Alfredo Cot dijo...

París, buena elcción para despertar a la vida y recibir de ella la compensación que tantas cualidades merecen. Tenia un contenido válido, le faltaba el continente adecuado.
Yo también habría elegido París. (para escribir y para ir)

San dijo...

Una historia triste con final feliz, tocas muchos puntos en este texto como para ser ampliados en otra ocasión.
Un abrzo.

Max Estrella dijo...

Una huida siempre es algo muy arriesgado...en este caso salió bien...es lo que tienen también los comienzos, que son algo ilusionante...
Besos. Me ha gustado

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