Ayer
me puse a buscar en Google unos libros infantiles que recuerdo que
leía cuando era niña... lo malo de este asunto en mi búsqueda, y
algo patético, no me acuerdo de los títulos, me acuerdo de las
historias, pero no logro recordar el título y menos la editorial.
Total, no los encontré. Desde que tengo uso de razón me he
maravillado con las historias que he leído en diferentes libros y
que he tenido a la mano. Puedo presumir que en mi casa familiar
contaba con una gran biblioteca, libros desde ciencia hasta
literatura.
Recuerdo
no sólo el hecho de leerlos y el contenido en sí, sino la emoción
que sentía al tomarlos en mis manos, al hojearlos, palparlos,
adentrarme en el mundo que ofrecen. Son momentos que no olvidaré
porque me han hecho ser quien soy.
Hay
momentos en los que me digo que voy a descansar de leer, más que
nada por mi vista, pero no hago caso y sigo leyendo. Leo todos los
días. Y uno entre más lee, más encuentra. Entre más descubres,
sabes que hay más que leer, más por saber y te vas encontrado cosas
interesantes.
Me
he encontrado un blog que les recomiendo, se llama Tejiendo el mundo:
http://tejiendoelmundo.wordpress.com/.
Me pareció buenísimo... me hizo recordar mis gustos por la
historia, por lo antiguo, por la arquitectura, por los edificios, lo
que hay en las paredes deshabitadas. Siempre me imagino cosas cuando
veo casas deshabitadas o lugares deshabitados o en ruinas, al punto
de querer saber o imaginar lo que se vivió en ellas.
Y
como dice el blog que les comento, hay tanto que contar, tanto por
saber y el tiempo es poco y nos apremia.
Espero
que mi hijita también entre al mundo de la lectura, es una beba, eso
lo sé, pero para mí si es importante que al crecer sea una lectora.
Porque yo podré contarle historias, podré darle mi opinión y mi
perspectiva ante el mundo, pero el sentimiento, la sensación es
personal, y sólo ella podrá descubrirlo y tener su visión.
No
se olviden pasar por ese blog, no se arrepentirán, es genial.
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