/

domingo, 21 de abril de 2013

Mientras escribo

"El hombre posee desde lo más remoto de su existencia el afán de dejar memoria de su vida".





Hace unos pocos meses me encontraba descubriendo y explorando la dicha de ser madre, en aquella casa mediana que en ese entonces estaba dispuesta a comprar, y que a la mera hora me eché para atrás. Mi mundo era mi bebita, en ese momento no hubo libros que me enseñaran como cargarla, como alimentarla, el saber por qué lloraba, adivinar que le dolía. De manera torpe le cambiaba los pañales, pues sentía a mi nena muy frágil, muy tiernita, así que como toda madre inexperta me aventé al ruedo. Nadie estuvo ahí para enseñarme, yo estaba sola con ella en aquél cuarto blanco y caluroso.

En las mañanas, al despertar, escuchaba el barullo de los niños, jugando en su hora de descanso. Me fascina el sol que se asoma por las ventanas, el suave frescor que se siente cuando uno abre la ventana. Lo fresco del suelo al caminar descalzo.

Fueron muchas horas compartidas madre-hija, momentos inolvidables y maravillosos, unión y lazos. Ella siempre curiosa, viendo a su alrededor, descubriendo y descubriéndose a sí misma, a su existir.

Batallo un poco para describir realmente lo que quiero plasmar, la huella que quiero dejar, ese afán de crear lo inexistente por medio de la escritura. Las palabras no se forzan, algunas pueden salir de la memoria, otras del corazón, más nunca forzadas.

Mientras escribo, estoy en mi lugar de trabajo, un lugar que he tenido que pisar ya por más de cinco años, a veces vengo gustosa, otras vengo cansada, más siempre con la disciplina y el compromiso de laborar al cien por ciento, de entregar lo más que se pueda.

Han sido más satisfacciones que disgusto, el laborar para un periódico, sin embargo, a veces uno se cansa de la gente que sólo está para criticar más no para aportar soluciones o generar ideas, siempre queriendo meter el pie, cuchilleando a espaldas de los demás. En fin, es algo que no me va, realmente vengo a trabajar, si fuera rica, pues estaría en mi casa dándome la gran vida, de dejar una escritura permanente.
 
 
 
 
 
 
 

0 comentarios:

Publicar un comentario

Template by:

Free Blog Templates