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miércoles, 11 de junio de 2014

Este jueves, un relato: Amigos






Los amigos que tengo los cuento con una sola mano. Esos que se preocupan por mí, ellos que me aceptan como soy, a esos que les gusta mi forma de ser, mis aficiones, mis gustos. Son muy pocos, pero gracias a Dios los tengo.


Por otra parte, tengo muchos conocidos pero no son amigos, no están conmigo en mis alegrías ni en mis tristezas, ni en mis triunfos ni en mis fracasos.


Analizo algunas veces si yo soy la del problema, la que no los conserva, las que los deja ir, la que es mala amiga. No lo sé.


Dice un amigo que si los pierdo, es porque realmente no había una amistad.


Conocidas, que se decían amigas, me han decepcionado y mucho. Creo que cuando hay interés tratas de hacer un hueco en tu tiempo, de hacer un espacio en tu agenda.

Quedaba de verme con algunas de ellas y siempre a última hora salían con un pretexto. Una vez invité a una dizque amiga a mi casa, y me dejó plantada, no fue para llamarme y decirme no voy a ir o al menos disculparse, nada. Ya anteriormente también me había quedado mal. He desechado por completo su amistad falsa.


Cuando nació mi hija, ninguna de esas amigas estuvo ahí para felicitarme, ninguna estuvo en ese momento de felicidad para mí, ninguna llamada, ningún mensaje, ni siquiera por Facebook, ninguna de esas que se decían amigas compartieron mi gran momento de felicidad conmigo. Si hubiera sido al revés, yo hubiera estado ahí con ellas, al pie del cañón. Me sentí decepcionada y demasiado triste, pero mi familia estuvo ahí conmigo.


La red social Facebook realmente te aleja de las personas que consideras amigas, e irónicamente te acerca a personas lejanas. Ahora mientras más likes les des, más amiga eres. Miden la amistad por los likes.

Aquí con los jueveros y en la blogosfera he encontrado cercanía, interés mutuos, a pesar de la distancia me he sentido cercana. Me gusta compartir lo que pienso, y ser así de abierta y sincera.


Yo no he encontrado esa amistad ideal, esa en la que no solamente das, sino también te dan, esa que se construye y se cuida. En donde te vuelves cómplice.


Bueno, rectifico mejor, creo que si la tengo, mi hjita de casi dos años se está convirtiendo en mi cómplice, en mi compañera de días, de juegos, de secretos y risas. Ambas somos felices día a día, ella es mi mejor amiga. Y Dios también lo es.

Pero no lo niego, sigo en la búsqueda de esos amigos que aligeran más nuestras vidas, que nos hacen sonreír y nos dan momentos felices,
más que querer tener amigos, quiero ser una buena amiga.









 
 
 


 
 
 

Para leer más sobre amigos, visiten a Alfredo en la Plaza del Diamante.

18 comentarios:

Patricia dijo...

Tu relato, sincero y profundo, lleva una gran verdad: Deben buscarse los amigos como los buenos libros. No está la felicidad en que sean muchos ni muy curiosos; sino pocos, buenos y bien conocidos porque la amistad lo es todo. La amistad vale más que el talento. Vale más que el gobierno. La amistad vale casi tanto como la familia.
Cariños….

San dijo...

Azulia estoy segura que esa amistad sincera y generosa vas a llegar a conocerla y disfrutarla, bastan tus ganas de entrega.
Un abrazo

casss dijo...

Me conmueve tu sinceridad y a ella intento responder de la misma forma. No es fácil encontrar esas personas "aliadas" cuya compañía hace que nuestra vida, sume significados. Mi suegra me decía siempre, cuando yo le expresaba impaciencia frente a situaciones parecidas, que le diera tiempo a la vida, que tarde o temprano, lo que deseamos llega. Y sabes Azulia? tenia razón... todo llega. Busca en tu interior tu esencia y manten esa llama viva. Vale la pena que lo hagas por ti:tu vales.Lo demás ya vendrá...
Disculpa mi intromisión, pero necesité decirtelo, como si fuera tu amiga.

besos

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Entiendo eso que decis de la amistad en la blogosfera, he encontrado cierta cercanía emocional en los que fisicamente están lejos.
Y confirmas lo que pienso de que los amigos son los que también están en los buenos momentos. Como el nacimiento de tu hija. Si tus supuestas amigas lo hubiesen sido de verdad, hubiesen estado o mandado felicitaciones virtualmente. ¿Que costaba eso último?
Bien planteado.

yessykan dijo...

Muy emotivo tu relato. Y comparto contigo eso de contar los amigos ‘genuinos’ con la mano. Porque amigos hay miles, de palabra. Pero encontrar el ‘cómplice’ como tú le llamas es muy difícil, la envidia y el egoísmo están de por medio. Pero como usaba decir mi abuela, no pierdas las esperanzas que algún día llegara. Me gustaron mucho tus palabras.
Saludos

Juan Carlos Celorio dijo...

Yo, la verdad, soy de amigos que no nos vemos nunca, no llamamos poco, pero cuando nos vemos, nos queremos tanto como siempre.
Espero que aquí, en este grupo, estés comprobando que, además de las lecturas, a veces más y a veces menos interesantes, hay un bonito grupo de amigos.
Besos.

Anónimo dijo...

Es cierto que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de la mano. No es menos cierto, o al menos yo lo veo así, que a veces somos poco propensos a disculpar aquellas actuaciones de los amigos que no están acordes con lo que esperamos de ellos. Es el momento de aclarar, de hablar, de dialogar. A veces, una simple charla, restablece lo que nunca debió quedar roto.
Un abrazo.

LAO dijo...

Lindas y sinceras tus palabras. Creo que los amigos tienen un lenguaje propio con el que se identifican casi sin aderezos. ¡Apuesto por tu hijita Azulia! ¡Esa gran bendición!

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Es una buena conclusión, ser una buena amiga, y los demás si lo son eso se verá.
Un abrazo

Azulia dijo...

Hola, he leído todos sus comentarios, muchas gracias a todos, sí esperaré esa amistad, algún día llegará. Gracias y abrazos a ustedes.

Sindel Avefénix dijo...

Es muy difícil poder encontrar amigos, pero no pierdas la fe porque ya llegarán, eso sí hay que aceptarlos como son, así como ellos nos aceptan a nosotros.
Un beso.

Tracy dijo...

La amistad es dura de trabajar para que dé los resultados pretendidos.

José Vte. dijo...

Muy interesante como planteas la amistad. Los amigos quedan, y como bien dices, los "conocidos" simplemente vienen y van, pasan y apenas dejan huella en nuestras vidas; hay demasiados de esos.
Me ha alegrado leerte y conocerte gracias a este grupo de amigos que son los jueveros.

Un abrazo

Alfredo Cot dijo...

No busques más, ya te encontrarán ellos a ti. Un amigo no es algo que nazca en los árboles y se recolecten en primavera.
Siembra tu día a día y aparecerán sin pedir permiso. De momento tienes la mejor que podías imaginar.
Texto muy intimista y entrañable. Un autentico "posado" sin ropa de diario.
Besos y gracias por participar.

Alberto V. dijo...

Menuda confesión que nos has hecho Azulia. Sin ninguna duda es tu nena la mejor de tus amigas. Hay todo tipo de opciones. Personas extrovertidas con círculos de amistades de decenas y personas que sólo se relacionan con una o dos. Incluso personas que sólo comparten su cariño con un perrito. Las opciones de vivir son interminables.

No te preocupes Azulia, la felicidad no es tener cien contactos en Facebook. De todo un poco, variedad, diversificación. Estas son las palabras que te puedo decir.

Un fuerte abrazo

Mamaceci dijo...

Yo la verdad es que tengo pocos amigos y muy buenos, a algunos los veo mas seguido y a otros no, pero eso por circunstancias de la vida, la lejanía, etc, se hace dificil a veces con hijos y todo encontrar el tiempo para ellos, pero todo se comprende en la amistad. No pierdas las fe, para eso no hay tiempo de vencimiento
Abrazo Azulia

María José Moreno dijo...

Me gustó tu reflexión y añado que los amigos virtuales, en mi caso, se han convertido en verdaderos amigos y eso es algo que me llena de emoción. Un besote amiga

Jenofonte dijo...

El problema está en como se usa la palabra amigo, porque demasiado a menudo se la usa livianamente para designar a las personas que son simples conocidos, compañeros de trabajo, vecinos, con los que se comparte alguna actividad. Pero amigo es otra cosa, es una persona con la que se tiene una relación cercana, con la que no se comparte solamente algo al pasar, sino aun las cosas más personales. ¿Que una amiga no estuvo contigo cuando nació tu hija?, ¿ves? te confundiste, no era tu amiga. ¿Que otra te dejó plantada sin una explicación?, lo mismo, no era una amiga, así de simple.
¿Dónde está entonces el meollo del asunto?, en eso, en no llamar amiga a una simple conocida. Así, si pierdes el contacto con ella no pierde una amiga, pierdes a una conocida, ¿y eso?, nada, perdimos conocidos constantemente, y no tiene la menor importancia. ¿Que alguien tiene muchos amigos?, falso, nadie tiene muchos amigos, puede estar rodeada por muchas personas, pero de seguro que no son sus amigos, y eso se verá en el momento en que pierda su interés. Por lo tanto, ¿de qué te preocupas?, si tienes uno o dos solamente tienes muchos, porque en la amistad la calidad estará siempre por sobre la cantidad.
Lo que sí es cierto es que la amistad es como el amor, hay que cultivarlo, porque si no, irá languideciendo lentamente, en cambio, si lo cuidas, crecerá y fructificará.

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