CAPÍTULO
1: REGRESO A CASA
Le
contesté a mi madre que si aceptaría regresar vivir a la casa. Ni
siquiera lo medité; con tal de salir de la casa de mi suegra, donde
las hermanas de Alejandro me habrían tratado con la punta del pie,
lo menos que quería era seguir compartiendo el mismo techo con esas
arpías.
Sin
dudarlo, le dije a mamá que a finales de marzo nos iríamos Alex y
yo a 'cuidar' la casa, que no se preocupara, que todo estaría bien.
En esos momentos no recordaba o no quise recordar todo lo vivido. Los
recuerdos sólo eran negativos viejos y borrosos en mi memoria. O eso
quería creer.
Poco
sabía Alex, sólo le había contado pedazos de una historia que
quería dejar en el olvido. Creo que él pensaba que yo era demasiado
novelera, y que había visto demasiadas películas como para tejerme
una historia, y que todo era producto de una imaginación muy
desarrollada.
Hace
ya más de un año, cuando andábamos en el carro, le hice mención
sobre la casa en la que había vivido casi toda mi vida, y de la
cual había dejado unos años, en la que salí huyendo o más bien
algo hizo que huyera realmente.
— No
creo que quieras saber por qué salí de esa manera de casa de mis
padres— le dije, con cierto tono de ironía.
— Pues,
nunca has querido. Sólo lanzas frases a medias, pero no quieres
ahondar.
— Lo
que tenga que decir no es para escépticos- señalé — como
justificándome.
—Pero
deberías de confiar en mí. Las parejas se cuentan todo ¿o no?
—No
siempre Alex. No siempre. A veces uno tiene sus secretos. —lo dije
más para mí que para él.
—Pero
no quiero que tengas secretos conmigo.
—Está
bien. Algún día, cuando tenga tiempo te contaré. La historia es
larga.
Y
mientras Alex manejaba rumbo a casa, absorta en mis pensamientos,
dudaba un poco sí platicarle todo a Alex, y no por falta de
confianza, sino porque no quería de nuevo tratar de entender lo
ocurrido. Ya que uno siempre quiere interpretar los hechos, pero a
veces la comprensión sale sobrando.
★ ★ ★
Ese
domingo de visita a casa de mis padres, le conté a mi mamá que mis
cuñadas me estaban haciendo la vida imposible. No sabía por qué,
pero así era. Eso podía afectarle al bebé, así que quería pasar
los últimes meses de gestación en una ansiada tranquilidad.
Mi
madre me observó, y me dijo que le comentaría a papá, lo de la
idea que habíamos tenido de vivir unos meses en aquella casa,
mientras esperaba mi crédito hipotecario. Y sobre todo, lo más
importante, la llegada del bebé.
Las
dos convenimos en que era lo mejor, para mi tranquilidad y la del
bebé, pues hacía unas semanas que me habían dado de alta de la
clínica por una amenaza de aborto. Mi primer bebé. Amaba a mi bebé
y no quería perderlo.
Esa
tarde comí con mi madre y Alexa, mi hermana menor. Fuimos un rato al
parque. Yo ya no podía caminar con agilidad, me pesaba la panza,
sentía una enorme barriga, eso que apenas tenía cuatro meses de
embarazo. Si alguien me veía por la espalda pensarían que no estaba
embarazada, era sólo mi panza la que sobresalía. No, aún no tenía
la seguridad del sexo de mi bebé. Creí que sería niño.
Oscurecía,
mi padre ya estaba enterado que quería regresar a aquella casa. No
opinó, sólo dijo que le parecía bien. El pasado estaba enterrado.
Ahora lo importante era el bienestar, y si mis cuñadas no me lo
brindaban, yo debía volar de nido.
—Bueno,
ahorita que venga Alex platicamos con él.—dijo mi madre.—Que
sepa que decisión has tomado—.
—Si
mamá, déjame le marco.—Cojo el celular.
—<<Alex,
puedes venir por mí ya. Es hora de ir a casa>>.
—<<Sí
amor, voy para allá>>.
—Ya
viene mamá.
Guardo
el celular en mi bolsa, mientras esperamos a Alex, mi papá me dice
que no me preocupe por nada, que ellos se harán cargo de los recibos
para los servicios básicos de la casa. Sólo hay que darle una
manita de gato, pues abandonaron la casa hace cuatro años
aproximadamente.
★ ★ ★
Ya
tomada la decisión de irnos de casa de mi suegra. Alex y yo nos
dirigimos a casa a dormir. Nos esperaba una jornada larga. Teníamos
que preparar la mudanza. Las mudanzas son desgastantes. Si lo sabré
yo, que me he mudado más de diez veces. No había encontrado tdavía
mi hogar, y ya era hora que me establecería, pues ya con un bebé,
sería difícil andar de aquí para allá.
Cuando
le comentamos a mi suegra Magda que pronto nos mudaríamos de casa,
para ya no tener problemas con sus hijas, le dio tristeza. Ya estaba
acostumbrada aún con peleas y problemas, a que todos estuviéramos
ahí. A que compartiéramos la casa. Más aún, que Alex, es uno de
sus hijos favoritos, al que consiente demasiado. Ella lo ha
maleducado un poco, nunca le puso límites. Y le dio demasiada
libertad, cosa que yo, en lo particular, no estaba muy de acuerdo.
—Hija,
pero ¿por qué se van?
—Ya
le habíamos dicho suegra, que sí las cosas seguían igual con
Miriam, teníamos que abandonar la casa. Yo no voy a seguir
aguantando más discusiones. Y ahora con lo del bebé, menos.
—Te
entiendo hijita, ¿ya lo tienen decidido?
—Sí
mamá—refunfuñó Alex—, ya está decidido, no hay vuelta de
hoja. Así lo quiere Elisa.
—¿Y
cuándo se van?—preguntó mi suegra con tristeza.
—El
sábado que viene —digo mirándole—.
—Pero
es el cumpleaños de Alex —afirma.
—Lo
sabemos mamá —le dice dándole un beso en la frente—, aún así
nos marcharemos ese día.
Y
a decir verdad, la señora Magda, era como mi segunda mamá. No todas
las suegras son espantosas como las pintan la mayoría. Creo que soy
afortunada de tenerla. No sólo me abrió las puertas de su casa sino
de su corazón. Pues me hice confesiones que no a cualquiera se las
daría. Y yo gustosa la escuchaba con el afán de que pudiera
desahogarse, de liberarse. Pues en sus ojos se escondía una tristeza
añeja, que yo a lo lejos podía oler.
Esa
noche no pude dormir, creo que eran ya muchas emociones en los
últimos días. Necesitaba estar sola, estar conmigo misma. El tener
un bebé no es cualquier cosa, no es una mascota ni un mono de
peluche. Yo no tenía idea para nada de bebés, mi mundo estaba muy
alejado de las mamilas y las chupetas. Dios mío, me sentía tan pero
tan ignorante. Que aún con miles de libros sobre bebés no llenarían
todas las lagunas que profería mi mente.
★
★ ★
Llego
el cumpleaños de Álex y ese día nos mudaríamos. Me levanté
temprano. Sentí demasiadas naúseas. Algunas cosas ya las había
guardado con anticipación las noches anteriores, en las que me
desvelaba viendo novelas de antaño, pero era la única manera de
distraerme. A veces me daba por tejer, tejía con un estambre azul,
haciendo chambritas para cuando naciera mi bebé. Alguna que otra
lágrima se me escapaba y se evaporaba así de rápido con el calor
que se sentía en el cuartito.
Me
dirijí a la tienda antes de ponerme manos a la obra, también me
faltaban bolsas grandes negras de plástico para guardar más ropa
entre otras cosas. Me compré un jugo grande de naranja y unas
galletas para apaciguar mis tripas. Tenía mucha hambre, pero quería
acabar antes de que llegara Alex del taller mecánico. A buena hora
andaba fallando el carro, pero lo necesitábamos para transportar
nuestras cosas.
Alex
tardo tanto en llegar para que me ayudara con la mudanza. Le reclamé
su tardanza, ya se me había olvidado, con lo de la mudanza, que era
su cumpleaños. No recuerdo si lo felicité, más si le di un gran
abrazo y lo apuré para ir guardando nuestras cajas, bolsas; nuestros
recuerdos también iban ahí en ese par de maletas y objetos sin
valor.
—Son
muchísimas cosas Elisa —me regañó Alex— ¿No prefieres que
dejemos la mitad para después?.
—No,
no quiero regresar y ver las carotas de tus hermanas. Prefiero que lo
llevemos todo, aunque sea agotador. En verdad lo prefiero.
—A
ver si el carro nos nos hace una mala jugada.
—Esperemos
que no, vamos apurarnos, para poder en la noche celebrar tu cumple,
¿Qué te parece?
—Bueno
vamos.
Muy
apenas pudimos acomodar las cosas en el carro, por fortuna no
teníamos muebles que transportar, sólo algunas mesitas y estantes.
Mis papás acordaron conmigo de que ocupara las cosas básicas que se
habían quedado en la casa. Al parecer habían dejado algunas cosas,
no todo se habían llevado cuando al igual que yo, también se habían
salido de esa casa.
4 comentarios:
Es un buen comienzo. Me dejaste con la intriga.
Demiurgo, gracias por leerme... poco a poco iré subiendo los capítulos... qusiera subir todos, pero me falta tiempo... Saluditos
Me atrapo!!por la siguiente...
se ve interesante sory ¡.. felicidades
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